Impulso Ciudadano lamenta que se excluya de la mesa de diálogo a los constitucionalistas

Ante la reunión celebrada entre el jefe de gobierno de España y el presidente de la Generalitat de Cataluña, sin la presencia de ningún representante de la sociedad civil catalana del sector respetuoso de la Constitución, Impulso Ciudadano reclama a Pedro Sánchez y su gobierno un debate plural e inclusivo.

Impulso Ciudadano lamenta que Pedro Sánchez continúe dando al gobierno de la Generalitat el tratamiento propio del ejecutivo de un estado soberano. El Gobierno de España debería ser garante del respeto al marco institucional que define la Constitución y en el que dicho gobierno representa al conjunto de los españoles, también a los catalanes, mientras que el gobierno de la Generalitat ejerce las competencias que le atribuye la Constitución y el Estatuto de Autonomía y no otras. El marco diseñado para la denominada “mesa de diálogo” supera estas competencias autonómicas, reconociéndose al gobierno de la Generalitat la capacidad para negociar cuestiones que tan solo corresponde decidir al conjunto de los españoles.

En este sentido, es especialmente preocupante que en la mesa de diálogo esté presente el tema de la denominada autodeterminación (en realidad, las condiciones y el procedimiento para la secesión de Cataluña). El hecho de que el gobierno de España mantenga que su posición es la de negar la posibilidad de esta autodeterminación (secesión) no cambia que este mismo gobierno admite que está negociando con un gobierno autonómico la integridad territorial del Estado, lo que en sí mismo es ya una quiebra grave del marco constitucional vigente.

Se confirma, además, que el tratamiento que se hace del denominado conflicto catalán excluye del mismo las vulneraciones de derechos fundamentales, la quiebra del Estado de Derecho y la deslealtad institucional de las instituciones autonómicas. En este sentido, es especialmente grave que los planteamientos y demandas de los catalanes no nacionalistas están excluidas de esta mesa de diálogo, que se reduce al tratamiento de las exigencias de los nacionalistas, exigencias que el gobierno de España accede a tratar como si representaran la posición de todos los
catalanes.

En definitiva, la mesa de diálogo se confirma como un mero instrumento de propaganda nacionalista que les permite presentarse ante la opinión pública interna e internacional como un interlocutor legítimo para el gobierno de España en relación al mantenimiento o quiebra de la integridad territorial de España; pero que excluye abordar los déficits democráticos en Cataluña y la vulneración de derechos que sufren los catalanes no nacionalistas.

A la vez, esta mesa de diálogo está siendo utilizada para normalizar la comisión de graves delitos que han puesto en riesgo el marco constitucional. Quienes han protagonizado la derogación de la Constitución en Cataluña, la ilegal declaración de independencia de Cataluña y la desobediencia al Tribunal Constitucional y a las decisiones judiciales son reconocidos como interlocutores por el gobierno de España, lo que supone degradar el Estado de Derecho, la actuación de los tribunales y, sobre todo, los derechos de los catalanes y del conjunto de los españoles, pisoteados por quienes hoy han sido recibidos por el Presidente del Gobierno y varios miembros de su gobierno para negociar el futuro no solamente de Cataluña, sino del conjunto de España.

Impulso Ciudadano reitera que la única salida para la crisis de convivencia que existe en Cataluña pasa por el diálogo entre catalanes; un diálogo que ha de partir del respeto a la ley, el acatamiento de las sentencias judiciales y la
garantía del Estado de Derecho y de los derechos de todos los ciudadanos. Este respeto, este acatamiento y estas garantías no pueden ser objeto de cesión o negociación, sino que son requisitos previos a un diálogo entre catalanes en el que el papel del gobierno de España ha de ser, precisamente, el de exigir tal respeto, acatamiento y garantías.

 

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